viernes, 12 de junio de 2009

Poema a mi papá

A Jorge
Respiro de mi dolor,
Roedor infatigable de mis días,
Hacedor de todo mi mal,
Acusado de provocar el llanto nocturno.

Nacido en la hiel,
Bautizado por mis llantos,
Tuvo todo
Y no me dio nada.

Viajero del mundo subterráneo,
Timador como nadie;
Inventaba las estrellas
Para engañar a las diosas
Y entre ellas a mi ángel.

Quebraba con su voz mi primavera,
Con alaridos descarnados,
Y con solo decir te amo
Engañaba al universo por completo.

Le crecía en su frente un estigma,
Que maduraba con cada fruto que metía
Y nacían esas tiernas criaturas
Que abandonaba en busca de otra melodía.

Fundador de mi soledad,
Padre mío,
Encarnación de mi dolor
Eres una inmortal maldición.

Vivió entre reyes
Y fue educado con oro;
Compañero de una buena vida
Y sus males los dejó a mi agonía.

Coleccionista de copulaciones,
Insaciable en ello,
Adorador de sus persuasiones,
Mentiras, timaciones y llantos ajenos.

Sobre todo
Beso del demonio,
Lluvia constante,
Ferviente creador de dolor.
Hielo agudo,
Merecedor de la muerte,
Arruinador de vidas.
Por tu culpa ahora soy un suicida.

Plaza de hedor:
Basural eres,
Sonrisa perturbadora de mi alma,
Por tu culpa nunca habrá silencio.

Corona de espinas.
En cada lágrima
Tu rostro es
El ácido doloroso del averno.

¡Dolor!
Mentiras sin descanso,
Sin remordimientos
Y sin espanto.

Remolino de destrucción,
Corazón de embustero,
Enorme oscuridad carnal,
Higuerilla de mi desdicha.

Te acurrucabas placenteramente
Sobre hadas engañadas,
Arruinabas sus vidas
Y de los que pronto harían su llegada.

Sembraste tinieblas en mi mente y
Los arcángeles huían de repente;
Mi verano se volvió invierno porque
Apagaste el sol con tu cobarde huida.

¡Castigo del fuego,
Maldición de un solo alarido!
Explayas nuestros dolores,
Nuestras quejas
Como aquellos árboles condenados.

Tus gracias nos sacaron
A la casa incontrolable de los llantos,
Y eres hacedor insaciable
De almas cohibidas.

Mentira a mentira tus procreaciones crecían,
Eyaculabas en un lado y luego corrías a otro
¡Como ahora lo es!
¡Y siempre lo será!

Padre
Dolor de mi corazón,
Alcohol tormentoso de mi herida,
Llegado desde la hiel del dolor hasta nuestros corazones.

Perturbador de mi alegría
Por orden, tal vez, de dios o del diablo:
Mi cántico favorito
Es un cántico maldito.

Maldecido para siempre por mis bellos versos
Sucio para siempre,
Como una abadía,
Como un gran muladar.

Días de tristeza,
Casa de desperdicios
Talador de los árboles,
Morador inefable de la traición.

De las cuevas,
Del subterráneo,
Del maldito grito de los condenados
De las hojas ruidas.

¡Árbol seco que vive
Al lado de un cementerio perdido!
Reflejo del averno
En los días angelicales.

Blasfema de los caídos,
Otoño perenne,
Devoto de los placeres
y de las fiestas bacanales.

Calle de penumbras,
Luna escondida,
¡Padre,
Pastor solo de tus goces insaciables!

Recogías perlas y diamantes
en las orillas llenas de sirenas
te retirabas Silbando tu triunfo
Porque huiste sin pagar lo que hiciste.

¡Tus mentiras serán dolor eterno,
Creador de más sufrimientos,
Apagón de todo,
La agonía de seres indefensos!

A ti
Esta trova nacida de mí
Como por maldición nací yo de ti,
De tu engaño a la inocente María.

A ti,
Como a nadie,
La inefable desesperación
Estruendorosa de mis alaridos malditos.

A ti
Los días negros,
Como hematoma adolorido,
De mi vida miserable.

A ti
La fruta podrida de mi alma,
Los vientos pestilentes de mi cuerpo
Y mis ganas de no quererte.

A ti
La incomparable maldición de mis gritos,
De mis vísceras, de mis puños
Y de mis llantos.

A ti
Padre
-como un rencoroso demonio-
El odio inmenso que le tengo a tu sangre.

2 comentarios:

  1. Hola Halo!
    No pude contener las lágrimas al leer este poema, me he sentido plenamente identificada con el sentimiento que expresas. soy lo que soy gracias a mi padre...a su ausensia.

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  2. Vaya, creo que es el poema perfecto para dedicarle a mi padre, como dijo Diana, por su ausencia,gracias Halo.

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