martes, 9 de junio de 2009

La verdad

Para ti que pensaste que
Lo eras todo, pero no eras
Más que una simple agitación




Caminé hasta el fin del mundo
Mientras llegabas al orgasmo,
Te tuve muchas veces
Y nunca escuché más que tus gemidos,
Salías del pie de la mesa
Sin que siquiera te llamara,
Separabas tus muslos acostada
Y yo volvía a mi caminata,
Llorabas de amor puro
Mientras yo lloraba de desesperación.
Llegaste y te ocultaste en mi armario
Sin que yo me diera cuenta.
Estuviste cerca de mí,
En mi habitación, en mi cama
O tal vez debajo de mi almohada,
Pero nunca estuviste dentro.

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