viernes, 26 de junio de 2009

Siempre las ratas

Pienso, como si eso fuera suficiente
Para salvarse de todo.
Mi templo es un agujero de estupideces,
Pero aun así, entre tanta estupidez,
Logra calmarme un poco.
Los ojos que me miran me asustan.
Las ratas violan las reglas
Y carcomen mis huesos.
Los perros ladran
Pero no en señal de que avanzo.
Los perros ladran porque odian verme,
Les doy asco, estoy bastante demacrado,
No puedo continuar.
Me aíslo de todo.
Estoy ensimismado.
La tristeza sempiterna fiel a mí.
Los látigos del cerebro me están destrozando.
Preferiría ser un cavernario irracional.
Soy el mono milenario pensante
Sin ganas de pensar, sin ganas de continuar.

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